El justo padece muchos males, pero el Señor lo libra de ellos.
Él cuida todos sus huesos, no se quebrará ni uno solo.
La maldad hará morir al malvado, y los que odian al justo serán castigados.
Pero el Señor rescata a sus servidores, y los que se refugian en él no serán castigados.
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